Meditación Conexión Cielo Tierra para armonizar Chakras
Ahora que ya sabemos lo que son los centros energéticos y hemos tomado una primera toma de contacto con los Chakras, es el momento de aprender a conectarnos y anclarnos con la tierra y con la Fuente en el Universo y que aprendamos a armonizar, equilibrar, limpiar y desbloquear nuestros Chakras.
Siéntate cómodamente con la espalda recta, relajada pero recta, los pies tocando el suelo, no los cruces y cierra tus ojos. Coloca tus manos sobre tus muslos y relaja brazos y los hombros.
Toma unos momentos para tomar conciencia de ti mismo, de ti misma y escucha tu respiración.
Respira hondo lentamente. Toma el aire por la nariz y suéltalo por la boca. No fuerces la respiración pero deja que llene tus pulmones y suelta el aire lentamente.
Inspira profundamente y suelta el aire de manera pausada por la boca varias veces. Observa tu respiración, escucha el sonido del aire al entrar y salir.
Continúa ahora con tu respiración normal y baja tu atención hasta el centro de tu pecho, hasta el chakra corazón. Escucha el latido rítmico, relajado, acompasado de tu corazón.
Permite que el sonido del latido de tu corazón llene tu interior y su sonido relaje hasta la última célula de tu cuerpo.
Observa cómo en tu cuarto centro, en tu corazón, comienza a brillar una bola de luz blanca, brillante, intensa, con fuerza.
Contempla su luz. Siente su calor y su energía. Con cada latido de tu corazón, con cada respiración, esa luz va cobrando más vitalidad, se va llenando de más energía.
Ahora, de su parte inferior, ves cómo sale un tubo de luz de unos 10 centímetros de diámetro y lentamente desciende a lo largo de la columna vertebral hasta llegar a tu primer centro, hasta tu chakra base situado en tu perineo, entre al ano y los genitales.
En ese punto, ese tubo de luz se divide en dos tubos de luz que se dirigen uno a cada una de tus piernas.
Lentamente, esos tubos de luz va descendiendo por tus muslos, hasta llegar a las rodillas, desciende por las pantorrillas hasta llegar a la planta de tus pies.
Una vez está en la planta de tus pies, toman conexión con la tierra y como si fueran las raíces de un árbol se enraízan con la tierra descendiendo poco a poco hasta el mismo núcleo de la tierra.
Ahora que estás firmemente anclado, anclada a la tierra vas a ver cómo de la parte superior de tu cuarto centro, de esa bola de luz que ahora late intensa en el centro de tu corazón, surge un tubo de luz que se dirige hacia tu garganta, lentamente se abre paso hasta tu sexto centro, tu tercer ojo y finalmente llega hasta tu chacra corona en la parte superior de tu cabeza.
Una vez ese tubo de luz ha llegado a tu chakra corona, sale disparado hacia el universo hasta que llega a una gran bola de luz, enorme, que es la Energía Absoluta, la Energía del Padre Creador, La Fuente de toda Vida.
Permítete unos instantes, para sentir la conexión firme que tienes ahora con el cielo y con la tierra. Siente su energía, siente su vibración, el pulso de la tierra y el pulso del universo laten al mismo ritmo ahora que tu corazón.
Ahora, observa cómo la energía de La Fuente desciende por el tubo de luz, blanca, intensa, con una vibración tan alta que cuando llega a tu chakra corona notas el cosquilleo en la raíz de tu cabello.
Observa cómo la energía desciende por tu canal energético, pasando por tu tercer ojo y tu garganta hasta llegar a tu corazón.
Nota cómo su luz invade poco a poco todo tu interior arrastrando todos los bloqueos, todos los malestares y en su lugar se llena todo de luz. Poco a poco la energía vital del Universo va descendiendo a tu plexo solar, situado unos centímetros al final de tu esternón y continua arrastrando todos los bloqueos y llenando con su luz brillante cada centímetro de tu cuerpo a su paso.
Desciende ahora a tu tándem, a tu segundo centro, tu chakra sexual situado 2 o 3 dedos por debajo del ombligo y continua descendiendo lentamente hasta llegar a tu chakra base arrastrando a su paso todos los bloqueos, todo el dolor, toda la pesadez y dejando a su paso sensación de liviandad, de relax, y llenando los huecos que dejan los bloqueos que ya no están de energía vital, de luz intensa, de bienestar.
Y continua descendiendo a lo largo de tus piernas para llegar a la planta de los pies y verter en la tierra todo lo que te estaba obstruyendo, todo lo negativo, todos tus bloqueos para permitir, que la madre tierra los transmute.
Observa cómo tu cuerpo ahora está lleno de una gran luz blanca, brillante, vibrante, lleno de energía vital y anclado al cielo y a la tierra.
Ahora, de tus raíces ancladas al centro de la tierra vas a ver cómo la energía del corazón de Gaia, de la Madre Tierra, va a ascender por tu Canal Energético, hasta llegar a las plantas de los pies, asciende lentamente por tus piernas hasta llegar a tu primer centro, a tu chakra base.
Una vez ahí, vas a ver cómo tu primer centro se carga y se llena de energía y de él surge un torbellino de luz rojo brillante, rojo brillante, rojo brillante que gira en el sentido de las agujas del reloj.
Y vas a ver como la energía blanca y pura de la Madre Tierra continua ascendiendo hasta llegar a tu segundo centro, tu chakra sexual, tu tándem y lo llena y lo purifica y de él surge un torbellino de luz brillante de color naranja, brillante de color naranja, brillante de color naranja.
La luz sigue ascendiendo y ahora se detiene en tu tercer centro, en tu plexo solar, unos centímetros al final de tu esternón y ves como lo limpia, lo purifica, lo llena de una luz de amarillo intenso, como la luz del sol. Y de tu plexo solar gira y brilla la luz amarilla, brilla luz amarilla, brilla luz amarilla.
Y la luz continua ascendiendo y llega hasta tu cuarto centro, hasta tu chakra corazón y lo limpia y lo purifica de cualquier herida emocional que pueda haber en él, cualquier memoria dolorosa es purificada por la luz y tu cuarto centro vibra intensamente con un color verde esmeralda brillante y se expande a todo tu alrededor. Brilla verde esmeralda, brilla verde esmeralda, brilla verde esmeralda.
Y la luz continúa ascendiendo hasta llegar a tu quinto centro, a tu chakra garganta limpiándolo profundamente y liberándolo de todas las obstrucciones a la energía, limpiándolo completamente y ves que de él sale una luz azul cielo brillante.
Y la luz continua ascendiendo hasta tu sexto centro, tu centro de la intuición, tu tercer ojo, limpiándolo y armonizándolo, cargándolo de energía y ves que de él sale una luz brillante de color azul índigo, del color de la noche, de color azul estrellado expandiéndose a través de tu sexto centro.
Y la luz continua ascendiendo hasta llegar a tu chakra corona, tu séptimo centro, y sientes cómo lo limpia y purifica completamente y lo notas ligero, lleno de una luz de color violeta muy intensa. Y Sientes que esa luz sale disparada hacia el firmamento fundiéndose con las estrellas.
Ahora sientes cómo tu cuerpo está cargado y lleno de energía y lo sientes profundamente conectado a la tierra, profundamente conectado al Universo, a las estrellas. Y sientes cómo tus centros energéticos están llenos, luminosos y cargados completamente de energía.
Poco a poco visualizas cómo traes de nuevo los tubos de luz hacia tu cuarto centro volviendo lentamente de la tierra y del cielo pero sin perder la esencia de tu conexión con ellos.
Sientes tu cuerpo separado de la Tierra y del Cielo y agradeces desde lo más profundo de tu ser el haberte recordado cuál es tu propia naturaleza.
Permítete unos instantes para disfrutar de esta paz, de esta sensación de plenitud.
Poco a poco ve moviendo los dedos de tus pies, tus piernas, los dedos de tus manos… Inspira profundamente y estírate despacio y cuando estés listo, lista, abre los ojos.
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